Esta entrada va de acuarelas pues fuí invitada a participar en un proyecto en el que sobre poemas del poeta Emilio Ballesteros debíamos soñar una acuarela. La exposición tuvo el sugerente título de «Pinturas que hablan, palabras que pintan«. Ha sido un reto curioso pues debíamos traducir las palabras a imágenes. Y me debo haber defendido bien, pues mi acuarela terminó en manos del propio poeta. Nuestro espíritu artístico parece que conectó.
El proceso primero consistió en elegir una poesía entre las que recibias para elaborar la acuarela. Mi elección fue una poesia corta El GEN, cuatro versos solo y he de reconocer que vi la imagen. Algo sutil que solo él vio, la ausencia de la protagonista y la permanencia de su «gen«.
La exposición permaneció abierta todo el mes de diciembre y se realizó un catálogo precioso que recogía las poesías y las acuarelas que resultaron.
Podéis consultar el catalogo exposicion